Queridos Reyes Magos de Oriente: Seguramente os extrañará que os escriba el día 7 de Enero, pero es que me gustaría aclararos que durante todo un año me he estado portando inmejorablemente. He respetado y querido a mis padres y a mis hermanos, he sido respetuoso con toda mi familia, no he contestado con mal tono a nadie, he aguantado los desplantes de mi jefe en el trabajo sin rechistar, he colaborado en acciones humanitarias, he aguantado a mi vecino de enfrente y he sido presidente de mi comunidad durante todo este tiempo, tampoco he pegado palizas a mi mujer ni he pisado la taberna, y todo esto para que vosotros, los reyes más magos del mundo, me traigais una mierda de caja de pañuelos como el año pasado, que por cierto, cuando te limpias, no hay forma de evitar que los mocos te empapen la mano de lo finos que son, una asquerosidad de colonia que cuando me la pongo no la aguanta ni mi perra y un patético boligrafo que te mancha los dedos al escribir. Y lo que ya no acabo de entender...