
Con un PC y un teclado de pequeñas dimensiones, dos pantallas táctiles y un teléfono móvil que funciona a modo de módem, un taxista de Barcelona, Rubén Petilo, ha puesto en práctica su sueño de hace 12 años: ofrecer Internet en su taxi.
Es un servicio totalmente gratuito para el cliente, pero Rubén debe hacerse cargo de la instalación, que cuesta unos 2.000 euros, y de la conexión a Internet, que, de momento, sufraga una compañía de telefonía móvil. Ahora busca patrocinadores de la idea e incluso subvenciones.
De momento, ya un que el taxi ya está preparado para ofrecer este servicio, Rubén Petilo está pendiente de recibir el permiso por parte de la Generalitat, que daría el visto bueno al soporte de la pantalla en la parte trasera.
Dicho soporte ha pasado ya las pruebas de impacto en el paísde fabricación, Suecia. Rubén Petilo espera que en un año ya sean una veintena los taxis con este servicio.
Fuente: 20minutos
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